Cuando uno tiene que dimitir y no lo hace en el momento oportuno la cosa puede ir a peor, y así ha sido el caso. Que no te enteres si tu marido (por aquellas épocas) llevaba un Jaguar o un Burro para transportarse por la ciudad puede ser hasta gracioso, inclusive puede que haya alguien que se lo crea y todo.
Todo, el morro del mundo hace falta para aguantar en un cargo público tras aquello. Aguantar con humor es lo que tiene que hacer el ciudadano de a pie cuando su sanidad depende de una persona que no fue capaz de ver un Jaguar, y eso que lo tenía al lado, igual es porque son animales muy rápidos, como rápido es el posible contagio en masa que podemos sufrir los españoles por tu, parece, escasa atención en las cosas rápidas.
No ver un Jaguar no se llevó a nadie por delante, salvo otra vez los euros de los de siempre, pero no ver el riesgo de un posible contagio colectivo por el ébola puede que se lleve mucha gente por delante; y visto que no te percatas de lo rápido, un humilde servidor te avisa que igual rápidamente deberías dimitir.
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