NOS HAN GANADO A LA VALENCIANA

Los grandes edificios y, los grandes eventos, con camisetas, gorritas, banderitas y, paella gratis crecía sin parar, pero detrás de tan grandes circos la ciudad perdía su identidad y muchos de sus ciudadanos cada vez estaban más apartados y, se sentían menos identificados con su lugar de nacimiento, muchos incluso se resignaban pensando que no habían tenido elección.

Elección tras elección ganaban aquellos que endeudaron a nuestra ciudad a altos niveles, que en accidentes trágicos quizás las víctimas y sus familiares no recibieron el trato que tal desastre merece, que mientras nos hacían esperar largas colas para ser atendidos en la sanidad pública otros tenían palcos para ver veleros y coches de carreras, que mientras se preocupaban de llenar los aforos de los grandes edificios que habían construido lo que se llenaba era la cola del paro y de los bancos de alimentos, elección tras elección ganaban aquellos que tuvieron que ser intervenidos por los presuntos corruptos por metro cuadrado que tenían.

Tenían que ganar, no había otra salida para una izquierda incapaz de ponerse de acuerdo en beneficio de un cambio y del progreso, sin lugar a dudas, han ganado, y si me lo permiten, y aunque no me lo permitan lo voy a decir, nos han ganado "a la Valenciana".

PALMERO!, MEJOR VOLUNTARIO

Antiguamente no es que el asunto fuera mucho mejor, la "profesión", en ocasiones no retribuida, de palmero siempre ha existido y, los palmeros, siempre han estado presentes en nuestras vidas con mayor o menor intensidad.

El problema actual es que la "profesión" se ha expandido sin sentido ninguno, antes los que se escaldaban las palmas sabían que tarde o temprano el dolor de sus palmas sería sanado con algún tipo de recompensa que, seguramente, haría que lo escaldado picara menos, pero ahora nos encontramos con el palmero voluntario.

Voluntario, es lo que hace falta en este país para ayudar a todos los necesitados que tan mal lo están pasando, voluntario, qué gran labor la que realizas que en ocasiones si no fuera por tu dedicación y por tu trabajo sin esperar nada a cambio, algunas de las necesidades de los más desfavorecidos no serían cubiertas.
Así que voluntariamente te digo, querido palmero, que dejes de aplaudir detrás del típico verbenero de turno y, que si quieres hacer algo voluntariamente, valores seriamente lo del voluntariado que seguramente no saldrás en la televisión, en segundo plano, pero tu vida igual pasa a ser de primera, en lugar de ser un palmero secundario.