Hace algunos años ya, descubrimos La Teta Enroscada, un lugar de ficción donde la fachada y el ambiente del exterior eran bastante apetecibles para los que pasaban por alli, era un espectáculo de fuego y de luces, el problema llegaba cuando uno entraba dentro, al poco de prestarle la confianza y, una vez pasada la puerta te dabas cuenta que te habías metido en un lugar donde la gente no era lo que parecía, aquel lugar estaba plagado de vampiros.
De vampiros, pero no de ficción, vamos servidos en la realidad, pero no de los que chupan sangre sino de los que te chupan la energía en interés propio, en el mejor de los casos, y las arcas públicas, en beneficio propio, en el peor de los casos. Nuestra sorpresa fue encontrar no hace mucho una coleta televisiva que parecía ser distinta a lo que teníamos hasta la fecha, está preparado y, parecía que se rodeaba de gente preparada, pero al final en lugar de enroscada parece que se ha quedado enrocada.
Enrocada, parece que está, con el asunto catalán y, los que le mostraron su confianza en las urnas tras aquellas grandes intervenciones sobre políticas sociales, anticorrupción y aires de libertad, hoy en día se sorprenden al ver que, enrocado en su posición, es incapaz de llegar a un acuerdo de progreso y regeneración; así que, querida coleta, te digo, desde mi humilde posición, que para que nadie te confunda con La Teta Enroscada, cosa que yo no quiero, hagas un ejercicio de humildad y saques del baúl aquellas ideas políticas que te han hecho llegar donde estás y, no te enroques en el asunto catalán, que no parece una prioridad con tantos millones de parados.
