domingo, 14 de octubre de 2018

EL GUIÑO DEL RUFIÁN

Te guiñan el ojo y le llamas imbécil!, no podía dar crédito a aquellas imágenes; no hace unos meses mientras jugábamos a un típico juego de la tierra en la que nací pasó todo lo contrario, uno de la pareja contra la que estábamos echando una partida le recriminó al otro que nunca le guiñaba el ojo, que era un rufián.
Rufián es el que lleva el basto o, uno de bastos y a su compañero de cartas no le hace la señal para, junto con los rivales, engañarlo y, después sacarlo ganando la partida quedando de estrella principal.
Principal problema te vas a encontrar si otro lleva la espada o, uno de espadas, la señal es distinta, aquí se debe de levantar las cejas y, como alguno lo lleve y no sea tu compañero, te vas a comer el basto.
Basto, parecía que llevaba el otro día, no es seguro, Rufián pero a Escudero no le hizo mucha gracia, igual hubiera preferido que le hubiera levantado las cejas para así asegurar la mano, pero señora Escudero sepa que los ciudadanos tenemos mayores problemas que si un rufián le guiña el ojo, espero a la siguiente le levante las cejas y así pueda la mano ganar, porque sin lugar a dudas la que pierde con ustedes dos, es la sociedad.

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