miércoles, 27 de mayo de 2015

QUÉ HOSTIA!

Cuando uno se consagra le dan la hostia, normalmente, salvo que quien se la tenga que dar tenga muy mala hostia y, se la guarde para el siguiente consagrado o consagrada.
Consagrada, después de más de 20 años no sé si lo estarás, pero la hostia de tiempo si que has estado y mientras algunos de los ciudadanos que dirigías se daban de hostias por un trozo de pan, igual tú, espero que no con mucha mala hostia, andabas más preocupada en festejos falleros olvidando que la situación no estaba para fiestas, reventabas el idioma como signo de identidad consecuencia del inolvidable "caloret" y, parece que le hacías el pajarito al lugar donde estaban manifestándose las víctimas de un trágico accidente acontecido en tu ciudad.
Ciudad, la que ha decidido que aunque te hayas creído ser la hostia durante muchos años, ha llegado la hora de que te vayas a toda hostia; tomate unos días para sacar todas tus pertenencias, no te dejes nada, mira hasta en el depósito municipal, que igual hay cosas que no recuerdas y llevan por ahí la hostia de tiempo.
Tiempo, y demasiado, el que te han dado los ciudadanos, así que si, querida alcaldesa, te has dado una buena hostia pero da gracias que con tu manera de gobernar no te la hayas dado antes.


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