No hace mucho en el tiempo gente clamaba sí se puede de manera reiterativa y con énfasis, ese entusiasmo corrió como la pólvora entre la sociedad harta de tanto indecente, de tanto statu quo y de tanto más de lo mismo.
Mismo tonto el que piense que el camino ya está recorrido y que la meta llegará las próximas elecciones, la coleta parece que necesita por lo menos cortarse las puntas para sanearse y recuperar frescura, el éxito se consiguió con un discurso rápido, comprensible para todo ser humano y directo, sin requiebros, un discurso que conseguía llegar a mucha gente.
Gente, y no poca, la que empieza a desanimarse ante un nuevo discurso cargado de tú más, y de regates verbales que no llevan a clarificar todas las dudas que puede tener el ciudadano con respecto a los componentes del sí se puede.
Puede que estemos ante un momento histórico y, puede que no debamos perder la oportunidad pero también puede que la coleta deba volver al tono que le hizo saltar a la palestra porque si el pelo no se lava o se sanea y uno pierde hasta el "Monedero" sepas que en el momento más crucial para la sociedad podemos cagarla.
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