No hace mucho ardían las calles y los ánimos y, la policía junto con los bomberos trataban de apagar ambas cosas; también, no hace mucho, señores y señoras de cierta edad hacían un camino en busca de los derechos que ganaron hace años y, que tan poco les ha costado perder a sus descendientes, pero todo eso (que no es poco) da igual.
Igual a mí también porque en toda la semana no he podido dejar de pensar en aquella odiada frase por más de uno: "calienta que sales", pocos sonreían al escucharla, los titulares sabían que estaban a punto de ser sustituidos y, los reservas que no esperaban jugar, la noche de antes la habían alargado más de lo deseado para tener que practicar cualquier deporte al día siguiente; los cuerpos no estaban para trotes.
Trotes o corras, sepas querido ciudadano que sí que hoy es juernes para Franco, que sí que calienta que sales, que lo que me quieras decir pero yo te digo a ti que carajo importará dónde entierren a Franco si a algunos de nuestros vecinos y familiares los tienen enterrados en vida.
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