domingo, 22 de marzo de 2015

LA PRINCESA Y LA ANACONDA

La esclavitud se remonta a la Edad Antigua y a día de hoy se recoge en algunos textos legales como crimen contra la humanidad; lo vuestro no parece que vaya a llegar a esos extremos, ni mucho menos, pero te aviso que tengas cuidado porque cuando alguien sin capacidad reconocida osa erigirse como princesa de todo un pueblo es que el pueblo es pequeño o, la osadia es grande.
Grande, parece que tienes la anaconda pero no sabemos cómo de grande puede ser tu materia gris; tú que quizás seas un amante de los grandes reptiles te recomiendo, con toda humildad, que no empieces a zigzaguear porque un puñado de euros quieras cobrar.
Cobrar no, pero la cobra, que tú ya sabes bien lo que es porque la Chari te medio hizo una, es lo que debes de hacer cada vez que tu cabeza piense en arrimarse a la princesa de su pueblo en busca de un premio, en caso contrario y si decides no hacerme caso reviviremos desagradables etapas pasadas en las que uno hablaba y los demás callaban.

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