martes, 23 de julio de 2019

ANÓRBYL

Que dentro del colectivo turista hay un grupo importante de anormales no es nada nuevo, los tenemos de todo tipo y, bien lo sabemos aquí en España, tenemos de los que vienen aquí a pegarse cuando la ingesta en cerveza y demás bebidas espirituosas ha tocado niveles de grandes picos de Europa, también los tenemos de los que confunde un balcón con un tobogán o trampolín y acaban dejándose los dientes en el suelo, en el mejor de los casos.
Casos, los hay diversos, y como diversos son los cerebros ahora tenemos una nueva hornada de anormales, más bien una ramificación extrema del selfie, ahora ya no se conforman con hacerse una fotito al borde del abismo, en el borde la montaña más alta o, al ladito de la vía del tren justo antes de que pase este, nos sorprenden con un nuevo destino.
Destino, a veces incierto es el que nos espera pero con esta nueva moda quizás no sea el mejor de los esperados, ahora esta tope molón ir a un lugar donde, por desgracia, se produjo un gran desastre nuclear y, en diversos sitios de ese lugar donde la radiación aún está en niveles altos hacerte la fotito en la pose más torcida que sepas.
Sepas nueva derivación de turista que antaño si te dejabas los dientes en la piscina o, si te dejabas el hígado como una pasa y no te pegabas con nadie, los humanos más mortales no teníamos inconveniente pero ahora, con todo respeto te digo que con tu nueva forma de hacer turismo el souvenir te lo puedes traer puesto, así que piensa que si nunca compramos una andaluza, un toro o, una banderita de España porque tenemos ahora que correr el riesgo de que tu souvenir nos lo contagies.

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