Queridos socios de eso que llamáis más que un club, algunos de vosotros que declaradamente sois firmes defensores del derecho a elegir, del derecho a votar y, del derecho a la independencia, parece que la firmeza se os hace blanda cuando alguno de los que sentís como propio se os quiere marchar.
Marchar por las calles pidiendo a gritos independencia no está mal, la democracia hay que respetarla y, mejorarla hasta conseguir que sea esplendida, pero parece que ahora los chillidos son contra alguien que quiere elegir y no elige lo vuestro.
Vuestro es el ánimo de cantar en determinado minuto de los partidos que se juegan en vuestro campo la palabra independencia, así que ahora podéis hacer un ejercicio de independencia y dejar que el chavalín se independice sin que hagáis como otros hacen con vosotros, inflaros a demandas.
Demandas, las distintas nacionalidades y regiones de cada territorio demandan muchas pero parece que el problema llega cuando alguien demanda lo mismo que vosotros y ahí no os interesa, eso no está bien, o todos iguales o no se juega.
Juega bastante bien, pero tener en cuenta cuando pidáis ser un país propio, que antes de serlo un niño rico y sacaperras de otro país, se vaya o no se vaya, ya se ha reído de todos vosotros.
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